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Si con ‘Insidious’ (2010) ya dejó claro que sabía del tema, James Wan se corona como maestro del terror con ‘Expediente Warren: The Conjuring’. Sinceramente, no creo que hoy en día se pueda hacer una película de terror mejor que ésta. Ni por su solidez y madurez, ni por su magnifico reparto, ni por la cuidada dirección y composición de plano, y sobretodo, ni por sus muchísimos grandes momentos de ponernos en tensión y los pelos de punta. James Wan ha parido una obra maestra del terror de casas encantadas/exorcismos a la altura de clásicos como ‘El exorcista’ (1973) o ‘Terror en Amityville’ (1979).

La película no es que sea muy compleja u original, sí vale,  porque ya hemos visto mil y una veces películas de terror con temas parecidos (casas encantadas, posesiones, exorcismos…) , pero Wan demuestra una vez más su gran habilidad en la dirección y el ritmo narrativo a la hora de acojonarnos y transmitir un ambiente asfixiante continuo. Y para ello usa todos los trucos habidos y por haber y los greatist hits de otras películas que, juntos y ordenados, funcionan a la perfección y culminan en un final de catarsis que sorprenderá más en el uso de recursos que en su resolución. Lo pasaremos mal, y nos encantará.

Como he dicho el reparto está muy bien parido, pero si hay que destacar algo son las interpretaciones femeninas, que te las crees y te hacen sufrir. Lili Taylor y Vera Farmiga cumplen de sobras, pero  lo mejor son las niñas, que serán las encargadas de ponernos la piel de gallina en más de una ocasión, sobretodo la pequeña Joey King. Los demás actores están por encima de la media en este tipo de películas, y por alguna extraña razón tienen una química en pantalla envidable.

En fin, ¿Clásico contemporáneo? ¿Es ‘El exorcista’ del s.XXI? Son muchas las preguntas que te vienen a la cabeza tras verla, pero la más importante es: ¿Para cuando la segunda parte? Quiero volver al reconocible, efectivo y escalofriante universo de James Wan, quiero ver más casos del matrimonio Warren y quiero volver a acojonarme en el cine y salir de la sala más que satisfecho.

Lo mejor: El ritmo endiablado y su magnifico pulso a la hora de crearnos tensión. El potentísimo final.

Lo peor: Que la historia sea muy previsible para los expertos en el género. Que haya sido grabada con cámaras digitales y que en algunos momentos la fotografía quede muy artificial.

Puntuación: Muy buena 5/5