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¿Sabéis cuando habéis hecho planes y todo falla estrepitosamente? Pues eso me pasó el viernes cuando fui (por primera vez) en coche a Sitges. Tenía planeado el sitio donde aparcar y todo, pero al llegar allí cagada: sitio cerrado y todo lleno de coches. Así que tuve que dar vueltas y más vueltas (30 jodidos minutos) para aparcar en un callejón de mala muerte y llegar justísimo al pase de ‘Annabelle: Creation’.

Los nervios no se calmaron cuando descubrí horrorizado que la batería externa que tengo había dejado de funcionar y con el móvil al 8% tenía que aguantar hasta las 3 de la madrugada, tras ver ‘Terminator 2 3D’, para usarlo de GPS en el móvil y volver a casa. Desde luego no podía empezar peor. Menos mal que un compo me dejó cargar el móvil en su batería durante el rato que durara la cinta de Sandberg.

Sitges Awards: 1) Menú Drácula (antiguo menú zombi) – 2) Pillar lluvia en Sitges – 3) Charlar con algún famoso, en este caso Jaume Balagueró.

 ‘ANNABELLE: CREATION’, la peli que se merece la muñeca

¿De qué va?  Samuel es un fabricante de muñecas que tras la muerte de su hija abre su hogar para que en él vivan una monja y las niñas que están a su cargo. Janice, una de las niñas huérfanas, desencadenará involuntariamente la fuerza maligna que posee una misteriosa muñeca y se convertirán en el blanco de esta diabólica criatura de nombre Annabelle.

¿Quién la hace y quién sale? Anthony LaPagliaMiranda Otto y Stephanie Sigman son los adultos que pasarán miedo junto a las jóvenes Talitha Eliana Bateman y Lulu Wilson. Bonus Track para Samara Lee. La dirige David F. Sandberg, responsable de ‘Nunca apagues la luz’ (2016). 

Mini crítica: Después del fail de la primera parte, aún me acuerdo de las mofas y abucheos en su pase junto al director, no iba muy convencido para verla, pero menos mal que fui (y pude aparcar). Supera con creces a la primera parte, no era difícil, y nos deja por fin la película que Annabelle se merecía.

No tendrá la seriedad de The Conjuring pero al ser consciente de lo que es, una maldita atracción de feria, justamente hace lo que tiene que hacer: jugar con nosotros y sorprendernos. Sandberg apuesta muy fuerte por la contundencia de las imágenes y por querer innovar todo el rato más allá del ciché del género. De hecho, hay momentos en los que te quedas con la boca abierta porque no pensabas que podría ser tan loco todo.

Buena parte del metraje son escenas casi independientes donde el terror y la tensión se construyen jugando con la iluminación, el siempre tan importante sonido y una dirección bien planificada que saca jugo a una casa que parece que no se acabe nunca y donde las niñas protagonistas lo irán pasando cada vez peor.

La historia no es nada del otro mundo y las actuaciones de las niñas no van a ganar ninguna nominación al Oscar, pero esta secuela/precuela ha conseguido devolverle a la muñeca Annabelle el poderío malvado que nos dio la primera vez que la vimos. Por cierto, brutales los guiños muy juguetones al universo Warren que se han marcado aquí.

Baldómetro: Buena 4/5

 ‘TERMINATOR 2 3D’, la mejor conversión EVER

Como bien sabemos el cine 3D lleva años de capa caída por no decir muerto. ‘Avatar’ (2010) le devolvió la vida pero gracias a las malas películas y las horribles conversiones desde 2D todo se fue al garete. Ojalá, y lo digo de todo corazón, esas conversiones se hubieran hecho como ha hecho James Cameron con ‘Terminator 2’. El resultado es apabullante y se me pone la piel de gallina con sólo pensar lo que tendrá en mente para las secuelas de ‘Avatar’.

En esas pobres conversiones teníamos 2 profundidades muy contrastadas que no ofrecían mucha profundidad de campo. Pues aquí, y gracias a los cracks de StereoD, nos encontramos con una profundidad de campo de 3 o 4 niveles desde los primeros minutos de la cinta. Es cierto que hay elementos que cuestan más como los rayos o alguna que otra explosión con fuego, pero el nivel de inmersión es tan elevado que esta conversión la convierte en la mejor que he visto nunca.

Además no sólo está en el formato 3D, ya que esta remasterización está a resolución 4K (se nota un huevo la definición en los primeros planos) y ha contado con retoques digitales de la mano de Cameron para pulir el trabajo de hace más de dos décadas. Tratamientos del color e iluminación, errores de continuidad solucionados, implantes de cara en los dobles de Arnold Schwarzenegger para que no den el cante… Cambios que a diferencia de las ediciones especiales de ‘Star Wars’ añaden valor al producto.