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Ahora mismo cuando mencionas ‘El Señor de los Anillos’ en el mundo del cine piensas inmediatamente en Peter Jackson y sus tres películas. Es comprensible, pero hubo un tiempo, mucho antes de que WETA creara un Gollum realista o de que Elijah Wood fuera Frodo, la popular trilogía de J.R.R. Tolkien cobró vida gracias a una cinta animada que a partir del 26 de Enero regresará a los cines de forma limitada para celebrar su 40 aniversario.

En el año 1978 el director Ralph Bakshi, que por entonces aún tenía fresca ‘Los hechiceros de la guerra’ (1978), llevó a la gran pantalla las aventuras de Frodo y la Compañía del Anillo usando la siempre hipnótica técnica llamada rotoscopia. La de ‘Blancanieves y los siete enanitos’ (1937), vamos. Además de su calidad, fardaba de doblaje, ya que contaba con las voces de John HurtAnthony Daniels o William Squire.

¿La historia? Creo que os la sabéis: Frodo es un hobbit que, sin quererlo, será el portador de un anillo con el que el señor oscuro Sauron pretende someter a toda la Tierra Media. El único lugar donde se puede destruir el anillo es el Monte del Destino, pero se encuentra en Mordor, territorio enemigo, por lo que Frodo tendrá que llegar hasta allí. El hobbit no estará solo, contará con la ayuda de la Compañía del Anillo, formada por ocho acompañantes más que le protegerán hasta Mordor.

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