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Quinto día de Sitges 2018, cuarto para un servidor. Vuelta a la rutina tras un finde de relax por Sitges. De lunes a viernes hay que ir al cole por las mañanas así que a partir del Lunes sólo existía el Festival por la tarde/noche. Y para estrenar ese horario de invierno tocó sufrir (a niveles de sobarme) con Under The Silver Lake. Por una vez que estoy de los primeros en la cola del Retiro y me como algo que, simplemente, no va conmigo.

 ‘UNDER THE SILVER LAKE’, la búsqueda surrealista del tesoro rubio

¿De qué va?  En el vecindario de Silver Lake, en Los Ángeles, vive Sam, un joven sin oficio ni beneficio que conocerá a Sarah, una misteriosa chica que desaparece de la noche a la mañana. Siguiendo pistas, personajes excéntricos y fiestas alocadas, Max se convertirá en un detective improvisado necesitado de saber lo que ha ocurrido con su vecina.

¿Quién la hace y quién sale? Dirige David Robert Mitxell, quien ya dejó trazo en el Festival con It Follows (2014) y su aterradora propuesta. Delante de las cámaras Andrew Garfield en busca de la rubia Riley Keough.

Mini crítica: Es un coñazo. Su larga duración pasa factura para quien no entra en su juego de búsqueda con un Andrew Garfield medio sobado con el que sólo conectas un poco si tú también has crecido con las mismas frikadas que dan sentido a su vida. Masturbación y consola Nintendo incluida.

Vale sí, las muchas referencias a la cultura popular de entretenimiento están por todas partes y en varios momento te sacan una sonrisa las metajugadas satíricas y críticas con la sociedad (la famosa escena del piano que rompe esquemas), pero son mero maquillaje de unas estimulantes ideas mal ejecutadas.

Así que lo dicho: se hace larga. Y LAAAAARGA. El ritmo va perdiendo fuerza a medida que avanzan los minutos para sacar a relucir una trama surrealista, paranoica y absurda con unos personajes llenos de sospechas y conjeturas. Los picos interesantes aparecen cuando Garfield nos hace partícipes de la resolución de los puzzles y no sabes si te va a interesar o aburrir.

Le quitas una hora, buscas a otro protagonista con más empaque, y te queda lo que podría ser la adaptación de la aventura gráfica Thimbleweed Park.

Baldómetro: Mala 2/5