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En el Festival de San Sebastian pude ver más de 30 películas, algunas de ellas de gran calidad, entre las cuales se encuentra la última dirigida por Alejandro Amenábar que se encuentra en las carteleras.

El director de Tesis (1996) y Los Otros (2001) ha levantado la polémica con un film que se adentra en la Guerra Civil Española. El cineasta utiliza la figura de Miguel de Unamuno para explicar su indecisa postura política.

No se trata de una película biográfica del escritor y rector de la Universidad de Salamanca, más bien es un capítulo de la guerra desde la perspectiva de los intelectuales. Amenábar aprovecha su figura, que incluyen las contradicciones de Unamuno, para desguazar y hundir los argumentos de un régimen y la postura de los que tenían más poder y voz.

Aunque el cineasta intenta explicar la historia desde el punto de vista de los nacionales, no puede evitar realizar una dura crítica hacia ellos y es que es algo que hoy en día sigue salpicando. La película empieza situando la acción en plena República y lo hace con una potente imagen de su bandera. Pero también hace uso de toda la iconografía facha posible para crear el ambiente nacional. La figura de Unamuno estará en medio de toda esta revolución y tendrá que interpretar un papel crítica en todo lo que está pasando en España, así como con la aparición de Franco.

Quizás la película falla en profundidad emocional y hace que no acabemos de penetrar del todo en historias personales. Pese a que todo encaja perfectamente, el conjunto se queda a medio camino y no sabe transmitir la impotencia, desesperación y angustia de los momentos vividos.

Karra Elejalde interpreta al carismático catedrático, Eduard Fernández aparece como Millán Astray y Santi Priego se pone en la piel del Caudillo, los tres realizan una puesta en escena impecable y sublime.

Mientras dure la guerra es una aportación interesante a los muchos productos que han tratado la Guerra Civil en este país y Amenábar no decepciona del todo en esta visión. Pese a todo, no acaba siendo tan objetiva como pretendía, ni tan redondo como a muchos espectadores les hubiera gustado.

Lo mejor: Ofrece una mirada diferente y tratada desde el punto de vista de los intelectuales.

Lo peor: No acaba de apostar por la emoción ni profundidad en las historias personales.

Nota: 3’5/5