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Imaginad todas las películas de ciencia-ficción más imporantes que os vengan a la mente. ¿Ya? Pues más o menos eso es lo que es principalmente ‘Oblivion’. Se trata de un refrito de las grandes películas de ciencia-ficción de los últimos años que bebe de allí y de allá (paso de mencionar sus referentes para evitar spoilers). El resultado es una deslumbrante, entretenida y digna superproducción cuya grandeza visual, su impecable dirección y la absorbente banda sonora llegan a disimular algunos de sus fallos.

Empecemos por lo básico y lo mejor de ella: el diseño de producción, los efectos especiales y la dirección, que hacen que cada plano de la película sea puro espectáculo. Desde las impresionantes secuencias de acción que se desarrollan tanto a ras de tierra como por el cielo (¿Soy el único que ha pensado en un X-Wing cazando Tie Fighters?), hasta pasando por las más tranquilas donde los bellos y desolados paisajes, los asombrosos decorados o la preciosa composición de plano son el absoluto protagonista; todo te deja con la boca abierta. Y eso es gracias al gran talento de Joseph Kosinski (quién lo diría tras ‘Tron: Legacy). Un talento que además viene arropado por una destacable banda sonora electrónica creada por el grupo M83.

Toda esta estética futurista (armas, trajes, arquitectura y vehículos) hacen atractiva una historia, como decía antes, que es un refrito de otras muchas. Eso sí, pese a ser un refrito, el planteamiento inicial es interesante y te engancha, aunque su desarrollo sea lento y la acción tarde en aparecer. Pero no os voy a engañar, aunque no aburra, la historia en sí es bastante endeble y a pesar de tener inesperados y enrebesados giros de guión (que desesperarán a más de uno), no acaba de convencer del todo creándose así algunos altibajos en el ritmo.

¿Y tito Cruise? ‘Oblivion’ es la película más importante de Tom Cruise en mucho tiempo, y se nota. El actor está muy cómodo en su papel de héroe absoluto, sabe llevar muy bien el peso de la película y te crees todo lo que hace. La relación con las dos femeninas de la película está bien llevada, aunque es mucho mejor la llevada con la compañera interpetada por Andrea Riseborough (en ocasiones robaescenas), que la que tiene con una irregular y perdida Olga Kurylenko. Nikolaj Coster-Waldau y Morgan Freeman están directamente desaprovechados, la verdad. Pero claro, es la película de Tom Cruise, que a nadie se le ocurra hacer sombra.

Puntuación: Buena 4/5

Lo mejor: La dirección de Kosinski.

Lo peor: Los altibajos en el guión. Algún que otro giro rebuscadísimo.