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El octavo día del festival fue el más «descansado» ya que tuve un porrón de horas para poder escribir, comer sin prisas y descansar. Por la mañana ‘Pietà’, por la tarde ‘A Fantastic Fear of Everything’ y ‘The Tall Man’, por la noche ‘Invasor’ y a la madrugada el esperado maratón Japan Madness con ‘Dead Sushi’ y ‘Sadako 3D’, a la tercera no me quedé. En resumen un día tranquilito en el que lluvia volvió a ser protagonista. Qué sería un festival de Sitges sin ella, ¿verdad? 😛

Crítica de ‘Pietà’. Ya lo dicen: madre no hay más que una.

Reconozco que no soy muy fan del cine del surcoreano Kim Ki-duk, pero eso no quita que me haya gustado ‘Pietà’, su nueva película que fue noticia cuando ganó el León de Oro en la última edición del Festival de Venecia. La cinta es un demoledor y cruel drama en el que se retrata el capitalismo en Corea del Sur y sus efectos más perversos en las relaciones personales con las madres como eje principal.

¿Cómo podría ser la venganza de una madre que ha perdido a su hijo? ¿Hay acaso algún dolor mayor a la pérdida de un hijo? Con estos dos preguntas de base, el director crea una absorbente trama de venganza, culpa y redención que conecta con el espectador, y una conmovedora historia de amor que irá aguantando bien el tipo. Lo de ‘Pietà’ es que tiene mucho momentos que sobran por reiterativos, cargantes y lentos, pero con el poético giro final Kim Ki-duk compensa lo malo del filme.

Lo mejor: El giro final.

Lo peor: La repetición de contenido de algunas escenas.

Puntuación: 3/5 No está mal

Crítica de ‘A Fantastic Fear Of Everything’. Paranoia tan divertida como fallida.

Todos conocemos a Simon Pegg. Su registro cómico es innegable y muchas veces salva una película que si no estuviera él pasaría sin pena ni gloria. Y precisamente este es el caso de ‘A Fantastic Fear Of Everything’, la ópera prima de Crispian Mills que quiere ser tan excéntrica, extraña y graciosa que se pasa de rosca, convirtiéndose básicamente en unos forzados, alargados y teatrales sketch con un hilo conductor.

¿Teatrales? Sí, porque como el propio director a explicado, la cinta está claramente diferencia en tres actos, como si se tratara de una obra teatral. Llena de secuencias oníricas, fragmentos animados, y un aire al cine experimental de los años 60, la cinta se convierte en un tour de force demencial de su protagonista que acabará cansando más que haciéndonos reír. Aunque nos reímos bastante, ¿eh? Por eso Pegg borda su personaje paranoico y esencialmente salva la película.

Lo mejor: El segundo acto, el de la lavandería.

Lo peor: Se pasa de rosca y te hace desconectar con tanta excentricidad.

Puntación: 2,5/5 Aprobado justo

El director Crispian Mills.

Crítica de ‘The Tall Man’. Algo más que secuestrar niños.

‘The Tall Man’ es mucho más de lo que parece. Bajo esos aires de drama de serie B con un tema facilón y simple como el de una especie del hombre del saco que se lleva niños en un pueblo de mala muerte, nos encontramos con una cinta que nos engaña para ofrecernos algo distinto a lo que esperábamos ver, con un cuyo mensaje tan profundo, reflexivo y polémico que te abofetea en plena cara. Pascal Laugier se la ha jugado y bajo mi punto de vista le ha salido bien.

No quiero spoilearos a saco las cosas así que simplemente diré que uno de los giros de guión cambian completamente la dirección de la cinta. Aquí pueden pasar dos cosas: que te guste o que lo odies. Depende de las convicciones y moralidad de quien la mire, y sobretodo sí sólo has pasar un rato a un cine multisalas. Para mi es un cambio radical necesario que ayuda a que una cinta de terror que, pese haber empezado bien, iba bajando de intensidad. Y eso que Jessica Biel convence y aguanta bien el peso de la cinta.

El  tema que propone Laugier y como lo propone escandalizará a muchos, seguro, pero también le da otro enfoque al tema de los niños secuestrados y sobretodo le añade un misterio añadido que va aumentado y que te mantiene pegado a la butaca. Polémica, inesperada y con más sorpresas que un huevo Kinder, ‘The Tall Man’ no dejará indiferente a los que la vean.

Lo mejor: Todo el misterio sobre el hombre de el saco a partir del giro radical.

Lo peor: El cambio brusco de dirección chocará y enfadará a los que sólo quieran ver una cinta más de terror.

Puntuación: 4/5 Buena

El director Pascal Laugier hablando y a su lado el productor Lionel Uzan.

Crítica de ‘Invasor’. Eso no te lo crees ni tú…

‘Invasor’ supone la vuelta detrás de las cámaras del barcelonés Daniel Calparsoro tras un descanso de siete años, pero después de verla es mejor se hubiera quedado donde estaba. No creáis que exagero cuando os digo que la cinta es mala con ganas. Con un guión flojísimo lleno de despropósitos, con unos diálogos absurdos que te provocan risa cuando no deberían y con una premisa que no te creas, la cinta de Calparsoro no convence en ningún momento.

Partimos de la base de que el motivo por el que se mueve el protagonista es inverosímil y falso. Si nos pusiéramos en su piel ni de coña haríamos todo lo que hace, y si para empezar ya no te crees eso está claro que no entras en el juego de la película y que desconectas en seguida. Además, no ayuda que el guión tenga tantos fallos que no queda bien ni a la hora de hacer su crítica social ni de explicar la chicha de la película con unos cansinos flashbacks.

Sin embargo se destacan dos cosas de ella: las interpretaciones de Antonio de la Torre, Karra Elejalde e Inma Cuesta (que le dan mil patadas a la forzada y sin carisma de Ammann) y la secuencia de la gran persecución en coche. Creíble, con un ritmo trepidante y bien dirigida pero que ni de sobra compensa el despropósito que estamos viendo.

Lo mejor: La secuencia de la persecución y su puesta en escena.

Lo peor: El guión con todos su despropósitos.

Puntuación: 2/5 Mala

Karra Elejalde, Inma Cuesta y Alberto Ammann junto a los productores de la cinta.

Japan Madness: La cachonda ‘Dead Sushi’ y la aburrida ‘Sadako 3D’.

El director Noboru Iguchi está igual de tarado que su creación ‘Dead Sushi’. Pero eso sí, es un showman de mucho cuidado. Antes de verla se subió a presentarla y estuvo tan alocado y conectó tan rápido con nosotros que nos propuso un par de juego: decir bien alto la palabara ‘Sushi’ cuando saliera sushi en pantalla. Un ejemplo de que la película de Iguchi es una cachonda y absurda orgía de arroz y pescado crudo al servicio del gore más gamberro.

El alocado Noboru Iguchi, director de 'Dead Sushi'. (derecha)

Al igual que con ‘Drácula 3D’ esto te lo esperabas, pero a diferencia de ella es tan mala y disparatada que la acabas aceptando. Desde los primeros minutos las carcajadas irán apareciendo (y más si todo el cine nos ponemos a gritar «Sushiiiii») y se quedarán durante toda la película mezclando las escenas exageradas, surrealistas y absurdas con FXs tan caseros como digitalmente cutrillos. El drama, la acción, el erotismo (volvemos a las tetas en primer plano, algo ya característico del festival) y las moralinas se darán de la mano mientras vemos como los mortales trozos de sushi cantan, vuelan, hablan, muerden, desmiembran y, sobretodo, nos hacen reír.

La otra película que vi en el maratón fue  ‘Sudaku 3D’, una secuela de ‘Ringu’ actualizada al mundo de internet y de los smartphones con un 3D efectista en lo que se refiera a los sustos. Más allá de eso la película acaba siendo una fallida y aburrida cinta de terror sobrenatural que mágicamente acaba convirtiéndose en película de bichos que van a cuatro patas. Además llega a un punto que cansa y estás desando que acabe, pero por desgracia la cinta se alarga hasta la saciedad.

Tsutomu Hanabusa, director de 'Sadako 3D'.