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Mi segundo día de festival (el tercero oficialmente) fue y será el mejor de esta edición. Realmente aún queda ver en persona a Sam Neill en unos días pero es que lo del sábado 5 de Octubre fue muy grande: encuentro con Charles Band (con firmica incluida) y visionados de VFW y READY OR NOT, dos grandes made in Sitges. Ah si… también vi ese trozo de ñordo que es LA JAURÍA


SITGES ENCOUNTERS: CHARLES BAND

El encuentro con el director de cine, guionista y productor Charles Band fue bastante interesante. Primero comentar que toda la charla fue en inglés gracias a la iniciativa del subdirector del festival Mike Hostench. Realmente fue más dinámica y pasamos un buen rato. Y sí, me firmó la carátula en VHS de MUÑECOS ASESINOS (1989) y le pude decir lo mucho que me acojonaba de pequeño.

Band fue uno de los productores más prolíficos de la cara B de Hollywood durante los años 80 y 90. Su filmografía está repleta de títulos emblemáticos de la era de máximo esplendor de los videoclubes, esos templos analógicos donde las películas de Band encontraban el lugar idóneo para brillar, gracias a su desvergüenza, su utilización de conceptos básicos y efectivos y, también hay que reconocerlo, unas carátulas que se quedaron en la memoria de todos.

Lo más destacado del encuentro: sus pinitos de actor intentado ser una versión yogurina del Hércules de Steve Reeves en la Italia de los años 50; los pelotazos con Empire Pictures y su ida a la mierda, la creación de Full Moon para llegar incluso a tener a su mítico padre como mano derecha y las vacas flacas de los últimos años que le hizo patearse diferentes ciudades norteamericanas en rutas itinerantes proyectando sus películas.

Aunque de toda la charla me quedo con tres cosas que dijo aprender en este oficio: 1) A no tener créditos con los bancos (por eso acabó Empire), 2) A controlar la distribución de sus películas como hizo con GHOULIS (1985) y 3) A «crear lo que uno puede con el dinero que tiene». Todo lo demás es secundario.

Aunque el nivel de producciones no es tan alto como en los años 90, Band sacó pecho de algo que sí que hacen cojonudamente bien: el streaming para todo el mundo del rodaje de sus nuevas películas. Bajo el sello de ‘Deadly Ten’, podremos ver en director a través de webcams los entresijos del set de rodaje. Un making of gratuito y de 20 o 30 horas.

Por cierto, Band ha venido a Sitges con la plataforma Planet Horror bajo el brazo. Se trata del único servicio directo al consumidor de películas de género en España que ofrecerá en exclusiva en su catálogo algunas de las mejores películas del director, como la saga Puppet Master o Doctor Mordrid. Echadle un ojo ya que el catálogo de esta plataforma se nutre de películas inéditas en España, títulos premiados en festivales y verdaderos clásicos de culto. Y sólo por menos de 2 euros al mes.


CRÍTICA DE ‘VFW’. VETERANOS DE GUERRA VS. YONKIS MUTANTES

Sin que tengamos mucho tiempo para recordar el título, durante los primeros minutos el director Joe Begos nos dice: esta película es gore y se va a convertir en una de vuestras favoritas. Y razón no le falta.

El festival de violencia, desmembramientos, decapitaciones y litros de sangre que veremos en pantalla es de los gordos. Y además de forma artesanal, nada de CGI. Y si todo lo acompañas con todo un abanico de armas caseras la diversión está asegurada.

Pero la película no brilla sólo por su casquería a lo explotation de los años 80, otra de sus virtudes está en la química entre los personajes. Cada uno tendrá su momento de gloria (con chiste malo incluido), pero aquí el crack es Stephen Lang, que desprende carisma y liderazgo a partes iguales.

Está claro que la historia es lo de menos, que le sobra algo de cháchara y que no inventa nada, pero una vez que empieza la fiesta deseas que no paren de entrar yonkis mutantes a ese bar lleno de veteranos de guerra que tanto te mean napalm por la mañana como te empalan con una bandera por la noche. Y por la tarde ronda de chupitos, claro.

LO MEJOR: Los personajes de los veteranos de guerra.

LO PEOR: El líder de los yonkis es más plano que la barra del VFW.

BALDÓMETRO: Buena 4/5


CRÍTICA DE ‘LA JAURÍA’. CUATRO DESCONOCIDOS Y UN TRUÑO

No falla. Aunque me vea pocas películas este año me ha tocado comerme el primero mojón. La cinta del director Carlos Martín Ferrera que prometía ser un thriller claustrofóbico ha acabado siendo un producto de vergüenza ajena. A los 15 minutos ya quieres dejar de verla.

Ojo, la premisa es buena y en el guión hay algunos puntazos; pero no sé cómo demonios han tirado adelante un resultado tan torpe y descuidado que en ningún momento crea tensión y hasta se hace pesado. Muy posiblemente en otras manos esta sería una buena película.

Encima la mitad del reparto está sobreactuado y poco creíble. Parece que estés viendo a cualquier persona menos a un actor en la pantalla, y esto te saca de la película. En serio, podrías poner al frutero de tu barrio y lo haría hasta mejor.

Otro componente importante que suspende es la banda sonora: forzada y poco efectiva que no consigue transmitirte nada. Bueno sí, cansancio por escucharla cuando no toca. Qué mal todo.

LO MEJOR: La premisa no es mala, pero está fatalmente ejecutada.

LO PEOR: Las actuaciones de dos de los que están encerrados en el coche y la niña.

BALDÓMETRO: Muy mala 1/5


CRÍTICA DE ‘READY OR NOT’. TODOS NOS QUEREMOS CASAR CON SAMARA WEAVING

No voy a descubrir la sopa de ajo si digo que READY OR NOT es una de las mejores películas del festival. El hype estaba ahí y la cinta de Tyler Gillett y Matt Bettinelli-Olpin no ha defraudado. Es una puta pasada.

Lo tiene todo: atractiva premisa, guión ingenioso, un humor negro que ni cansa ni se le echa en falta, buen ritmo que no decae y combina bien la acción del ‘Escondite’ y lo más importante: una protagonista que lo borda en todos los sentidos.

El alma de la película es Samara Weaving. La actriz brinda una interpretación tan fresca como natural. Da igual que ria, llore o chille, esta chica la clava y consigue transmitirte una empatía sin igual. Se come la cámara y tú… te la comerías a ella. Para empezar sales de la sala queriendo descubrir desde ya toda su filmografía.

Además la cinta tiene su punto gamberro y de mala leche con las muertes del macabro juego liderado por los suegros más peligrosos del mundo. Uno puede pensar que por estas detrás una major como Fox (ya Disney) se note reprimida pero realmente se toman ciertas licencias para conseguir dejarte con la boca abierta. Chapó.

LO MEJOR: La frescura de Samara Weaving.

LO PEOR: A pesar de ser muy redondo, el guión peca de previsible en varios momentos.

BALDÓMETRO: Muy Buena 5/5