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El primer día de Sitges 2020 empieza con el «Adiós pápa» de mis hijos yendo al cole. A partir de ahí me he puesto a ver en la televisión (cafelico en mano) lo que buenamente he podido. Sí, así será mi día a día este año. Bueno, intercalando televisión y tablet; mi Auditori y Retiro particulares.

Eso sí, voy a intentar seguir cierto orden y verme las películas que también se vayan viendo de forma presencial. No sé si este método me irá bien o no pero de alguna forma hay que empezar. Así que ahí van las tres primeras:


‘PENINSULA’, una de zombis surcoreanos a lo Mad Max

¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? En esta secuela vuelve a ponerse detrás de las cámaras Yeon Sang-ho, aunque en el reparto son todos nuevos: Gang Dong-won, Lee Jung-hyun, Lee Re, Kwon Hae-hyo y Kim Min-jae, entre otros.

¿DE QUÉ VA? Cuatro años después de la explosión del virus, un ex-marine y su cuñado son contratados por un grupo de contrabandistas para volver a una Corea del Sur abandonada e infectada para buscar el dinero que quedó atrapado en un camión. Allí se encontrarán con muchos zombis, unos lunáticos que han creado una sociedad y una familia que sobrevive como puede.

CRÍTICA | Una mordedura mató al padre prota de la primera peli y las expectativas y la desgana han matado a esta secuela génerica de zombis. Básicamente es Mad Max mezclado con los dramas de Walking Dead. Pero sólo cogiendo lo malo de las dos partes.

Ni el mundo post-apocalíptico que crean, ni los personajes que rozan la caricatura, ni el drama excesivo, ni la historia con esos giros que ya adivinamos te van a sorprender. ¿Entretiene? Claro que sí, los zombis no paran, pero no sientes nada. Sólo un vacío. Por desgracia puedes olvidarla al día siguiente de verla.

Igualmente hay que reconocer que tiene algunas potentes escenas de acción (el prólogo o la persecución de coches de la mitad) pero uso excesivo de un CGI en muchas de ellas te distraen y parece que simplemente estés jugando a la PS3. En la recreación del mundo post-apocalíptico a lo ‘Soy Leyenda’ sí que está bien, todo hay que decirlo.

BALDÓMETRO: Mala (2/5)


‘AMULET’, el caparazón roto del karma

¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Debuta en la dirección la británica Romola Garai, actriz que ha trabajado junto a cineastas como Joe Wright, François Ozon o Tom Hooper, y está protagonizada por Imelda Staunton, Carla Juri y Alec Secareanu.

¿DE QUÉ VA? Un refugiado que ha escapado de la guerra que sufre su país natal encuentra cobijo gracias a una monja en una casa en la que habita una joven mujer y su madre enferma. En su día a día sentirá que una presencia maligna podría estar viviendo con ellos y poniendo su vida en peligro.

CRÍTICA | La cinta empieza bien poniendo sobre el tablero las piezas que nos imaginamos con unos ingredientes que cumplen: secretos de familia, ambiente enrarerizo con una casa muy claustrofóbica, simbologia por doquier…. Queda patante que algo pasa en esa casa gracias a una dirección, banda sonora y estética más que correcta.

El problema es que la narración va dando saltos constantes entre un mismo flashback y el presente, cuya historia, a pesar de ser ambiciosa y tocar un tema tan gordo como la expiación de los pecados, se hace repetitiva y aburre. Vamos que acaba siendo un tostón y el pecado es aguantar hasta un final donde fascina pero es raro de cojones.

BALDÓMETRO: Mala (2/5)


‘VICIOUS FUN’, psycho-killers en terapia vs friki pagafantas

¿QUIEN LA HACE Y QUIEN SALE? Dirige Cody Calahan, responsable de Antisocial (13) y Antisocial 2 (15), y está protagonizada por Evan Marsh, Amber Goldfarb y Ari Millen, entre otros.

¿DE QUÉ VA? Un joven e inocente redactor de cine especializado en terror, se da de bruces con un grupo de terapia para asesinos en serie. Ante este escenario, hará todo lo posible para integrarse y salir con vida de esa reunión.

CRÍTICA | Vicious Fun es la polla. No hace falta decir más. Bueno sí, que nos encontramos con una comedia de terror que es justo lo que uno espera ver en un festival de como Sitges.

Es una propuesta original y fresca a ritmo de sintetizador, humor negro, sangre cuando toca y homenajes al género que no te deja de sorprender (prólogo incluido) hasta la mitad, donde hay un leve parón de ritmo pero luego continúa siendo una historia más previsible.

El reparto está muy bien sabiendo jugar sus cartas llenas clichés, sin profundizar en su pasado que no hace falta que conozcamos demasiado. Es una delicia verlos en pantalla. Desde el protagonista friki e inocente con el que más de un espectador de Sitges se podrá identificar, con la malota encarnada por Amber Goldfarb cuyo peso en la trama se agradece y (mencion especial) a dos detectives de policía con los que viviremos los momentos más desternillantes/paródicos.

BALDÓMETRO: Muy buena (5/5)