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Parte 1: Historia y evolución

El mundo del cine de ahora no es como el de antes y la forma de promocionar una película ha cambiado radicalmente. Hoy en día encontramos esa promoción a partir de los EPK (el kit que se le entrega a las televisiones y a medios escritos/online), con los standees o displays (esos grandes pósters de cartón que podemos ver en los vestíbulos de los cines), o con los banners o widgets diseñados y creados para las redes sociales o las diferentes webs, pero por mucho que cambien los tiempos, los reyes entre todos los materiales siguen siendo, y creo que seguirán siéndolo por mucho tiempo, los tráilers de cine.

¿Que son los tráilers? Los tráilers son avances de menos de tres minutos que sirven como herramientas de marketing para promocionar películas. Los trailers son unas de las mejores oportunidades de seducir y cautivar al público objetivo. Son la herramienta de comunicación publicitaria más importante de una campaña de marketing y, hoy en día, la utiliza hasta la industria de los videojuegos. Gracias a Internet los trailers son más famosos que nunca y festivales publicitarios premian su enorme creatividad (‘The Key Art Awards’ y ‘The Golden Trailer Awards’). Por su calidad, innovación e imaginación, muchos de ellos son auténticas obras de arte y, por eso mismo, merecen nuestra admiración y reconocimiento.

Existen varias teorías sobre quién tuvo la idea y cual fue el primer trailer que se proyectó pero parece que todo el mundo coincide en que el primer tráiler de la historia se proyectó en la década de 1910. Pero antes de entrar en eso, empecemos por el principio: ¿Por qué se llaman tráilers? Pues sencillamente porque originalmente estos avances se solían proyectar al final de la película, no al principio como ocurre ahora, y eran, por así decirlo «remolcados». Eso sí, esta costumbre duró poco, porque los dueños de los cines se dieron cuenta de que el público abandonaba la sala en cuanto terminaba la película así que, cuando se dieron cuenta de su potencial, decidieron ponerlos al principio, aunque se conservara el nombre de ir a «remolque».

Ahora sí: vayamos a los inicios. Según Lou Harris, director del departamento de trailers de Paramount, el primer trailer de la historia del cine fue proyectado en 1912 en un recinto ferial en Rye Beach, Nueva York. Sobre una gran sábana se proyectó uno de los episodios de la serie ‘Las aventuras de Kathlyn’, que acababa con la protagonista siendo arrojada al interior de una jaula con leones. Tras el episodio se mostraron pequeños fragmentos del siguiente episodio mientras un responsable de la proyección decía en voz alta lo que unos títulos rezaban en pantalla: ¿Conseguirá escapar de las fauces de los leones? ¡Descúbranlo en el emocionante siguiente capítulo! Exacto, no sólo sería el primer tráiler proyectado, sino que sería la primera serie en utilizar los cliffhangers. ¡Ríete tú de ‘Perdidos’! xD

Qué cosas, ¿verdad? Aún así hay gente que cree que realmente el primer tráiler apareció ese mismo año pero unos meses antes, con la serie ‘Qué le pasó a Mary’, pero realmente la teoría que coge más fuerza es la que os he contado antes. Lo que sí está claro es quien puede ser considerado como el padre del tráiler: el americano Nils Theodore Granlund. Granlund fue el pionero en exhibir en Noviembre de 1913 el primer tráiler en una sala de cine en EE.UU delante de una película. Granlund era el gerente de publicidad de los cines Marcus Loews así que se las ingenió para producir y luego proyectar una breve promo del musical ‘The Pleasure Seekers’ que se estrenaba en el teatro Winter Garden de Broadway, en Nueva York.

Y no sólo eso, un año más tarde, en 1914, Granlund fue el primero en producir y proyectar un tráiler de una futura película; vamos tal y como entendemos hoy en día el concepto de tráiler. La elegida fue, nada más y nada menos, que el debut cinematográfico de Charles Chaplin. ¿Qué, cómo os quedáis? El tráiler que proyectó Granlund a principios de 1914 fue el del corto ‘Chaplin, periodista’, que se iba a estrenar el 2 de Febrero en el teatro de la Séptima Avenida de Harlem. Obviamente no he encontrado dicho tráiler, pero sí que está en YouTube el corto entero para que os habáis una idea:

La aparición de la todopoderosa NSS

Así de fácil nació el concepto de tráiler. Este pequeño invento fue un éxito y los estudios copiaron la idea. La utilidad y la importancia de estos avances publicitarios quedaron patente enseguida, como demuestra que en 1916 la Paramount crease su propia división publicitaria, o que en 1919 apareciese la primera agencia de publicidad cinematográfica de la historia, el National Screen Service (NSS), que tuvo tal relevancia en su época que durante muchos años dominó, como monopolio, el mundo de la publicidad de cine, creando y distribuyendo trailers desde los años 20 hasta finales de los años 50.

En esos primeros años (década de 1920) de la National Screen Service, los ingredientes de los mudos tráilers primitivos sólo disponían de unos simples carteles con el título de la película, alguna que otra frase promocional de catálogo, los nombres de las estrellas presentes en el reparto y escenas del filme en cuestión montadas sin mucho gancho.

1927 – Y se hizo la luz voz.

Al igual que ocurrió con el cine en general, la introducción del sonido grabado y sincronizado supuso un cambio revolucionario. Y si la película que lo cambió todo fue ‘El cantor de jazz’ (1927), sin contar aquella cinta española de 1923 con una adolescente Concha Piquer, su tráiler, no sólo fue el primero en tener sonido, sino que fue la mejor publicidad para aquella novedad que era el cine sonoro y que tan mal se lo hizo pasar al protagonista de ‘The Artist’ (2011).

Iban tan sobrados con el invento, que al inicio del tráiler de siete minutazos vemos como un hombre trajeado sale desde una cortina, carraspea un poco garganta y se dirige hacia nosotros para introducirnos un pequeño publirreportaje y alguna que otra secuencia de la película para dejarnos con la miel en los labios. Primitivio o no, había nacido una pauta.

A ellos les debemos un estilo de trailer con un lenguaje basado en la exageración y los superlativos constantes para promocionar las películas y con un montaje discontinuo donde se agrupaban planos que uno detrás de otro daban un significado concreto y creaban así una emoción en el espectador. Todos hemos visto esas películas de terror o de sci-fi con grandes títulos, ¿no? Pues AQUÍ y AQUÍ os dejo un buen recopilatorio y unos buenos ejemplos de los tráilers de esos años.

Durante los años 60 y 70, período en el que los grandes estudios empezaban a subcontratar la creación de trailers a agencias de marketing, la forma de percibir los trailers cambió radicalmente. No sólo en lo visual, como hicieron algunos directores como Alfred Hitchcock que atrajeron la atención del público apareciendo ellos mismos en los trailers para presentar cada película (cosa que hace unos años se puso de moda otra vez) o como Stanley Kubrick, con sus trailers de ‘Lolita’, ‘¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’ y ‘La naranja mecánica’, cambiando la forma de presentar los gráficos con un montaje discontinuo y acelerado donde se intercalaban los títulos con escenas de la película; sino también en lo sonoro, con la incursión de la voz en off.

Antes de la voz en off se recurría a la voz de un locutor publicitario, de los que trabajaban en la radio haciendo anuncios, para que diese énfasis a la película. Pero el momento clave que cambió la historia del trailer en lo que respecta al sonido tuvo lugar en 1964, con el trailer de la película ‘La noche de la iguana’ de John Huston. Dicho tráiler fue llevado a cabo por Andrew J. Kuehn, un antiguo empleado de la NSS que fue contratado por Metro-Goldwyn-Mayer para encargarse de los trailers de sus películas.

A la hora de hacer el tráiler, Kuehn se encontraba con el problema de que la película no le ofrecía una banda sonora que pudiese utilizar, así que decidió contratar a un músico de jazz que compusiera una pieza específica para el trailer. Además, contrató al mítico James Earl Jones, un desconocido joven actor negro por aquel entonces al que conoció en una obra Off Broadway, y que tenía una voz profunda y muy sensual. Por último, Kuehn decidió hacer un montaje rápido, intercalado con algunos diálogos de los personajes y… ¡TACHÁN! nació el primer trailer «moderno» de la historia.

Años 60 y 70 – La querida pequeña pantalla

Como veis durante esos años 60 y 70 los tráiler cambiaron a mejor. Y es que no hay que olvidar que los trailers son una herramienta publicitaria básica para la promoción de una película, y por eso su evolución estuvo íntimamente relacionada con la evolución de la publicidad durante esos años, ya con estudios de audiencia y con nuevas fórmulas de persuasión, menos exagerada, más narrativa y orientada a una audiencia específica.

En 1971 hubo un antes y un después en la forma de promocionar cine por la televisión. En ese año se estrenó la película ‘Billy Jack’, un drama sobre la Guerra de Vietnam interpretada y dirigida por Tom Laughlin que fue distribuida por Warner Bros con pobres resultados, unos 2 millones de euros. Algo que llevó al mismo Laughlin a denunciar a la distribuidora por no haber promocionado correctamente su película. La Warner se vio entonces obligada a redistribuir este título en cines y hacer una fuerte inversión para comprar espacios en televisión, algo fuera de lo común en esa época.

La gran sorpresa llegó al comprobar que en esta segunda distribución, ‘Billy Jack’ alcanzó una recaudación de 22 millones de euros, lo que vino a demostrar a la industria del cine que la inversión en televisión debía convertirse en una práctica obligada. Estaba claro: cuando los grandes estudios estuvieron dispuestos a invertir millones de dólares en anuncios de televisión, se dieron cuenta que los ingresos de la película en taquilla ascendían de forma elevada.

Con esta campaña de televisión, se inaugura la época de los blockbusters (los grandes éxitos de audiencia a nivel mundial). En los 70 la inversión de presupuesto en campañas publicitarias, principalmente en televisión, aumentaron exponencialmente. Los trailers adaptaron su duración y edición a los espacios televisivos, pasando de trailers de 3 minutos a spots y teasers desde 1 minuto, hasta 30 segundos. Los estudios comprendieron que estas piezas audiovisuales eran, junto al póster, la herramienta más importante y rentable de una campaña de marketing cinematográfico.

Esa década fue la época perfecta para la creación de un tipo de tráiler muy querido por un servidor: el teaser.

Unos buenos ejemplos son los de ‘Terminator 2’, ‘Regreso al futuro’, que me chifla, o el de ‘El imperio contraataca’, que tras verse en la Comic-Con de 1979, se pudo ver también con el segundo reestreno ese mismo año de ‘La guerra de las galaxias’.

Años 80 y 90 – Actualizando la tecnología

Con las nuevas tecnologías los tráilers no sólo cambiaron de aspecto (de 4:3 a panorámico/scope, de 35mm a digital…) y sonido (Dolby SR, Dolby Digital..), sino de formato, ya que con la incursión del VHS en los hogares de la gente, los tráilers se extendieron como la pólvora al venir incluidos en las películas que compraban. Empezó con el VHS, continuó con el DVD (con la posibilidad de saltarlos) y ahora ya llevamos años con los de los Blu-Ray. Fijaos si los tráilers tenían fuerza que durante los años 90 se utilizaron de gancho para ciertas revistas, en las que incluían una cinta VHS llena de tráilers de los próximos estrenos.

1995-2000. Internet: un amigo muy especial

La revolución del visionado de los tráilers llegó con ese pequeño invento llamado Internet y con la creación a mediados y finales de los 90 de las webs oficiales de las películas importantes y de otras que recopilaban centenares de tráilers. De éstas últimas hay que destacar  iTunes Movie Trailers, Movie-List.com o ComingSoon.net ya que empezaron muy fuerte; tanto, que  hoy en día siguen siendo un referente para los que quieren estar al día sobre los tráilers de cine. ¡Y con los míticos 320×240 píxeles, de la época claro!

Por lo que respecta a los tráilers desde las webs oficiales podemos destacar los de ‘Godzilla’ (1998) o ‘Space Jam’ (1996), cuya web aún sigue activa como pieza arqueológica, pero si hay que nombrar al gran tráiler de esos años mozos de internet ese es sin duda el de ‘Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma’, que salió a la luz el 20 de Noviembre de 1998 para cambiarlo TODO.

Pero para entenderlo hay que retroceder unos días antes, cuando, tras meses de rumores, desde la StarWars.com se anunciaba que el ese viernes se podría ver el tráiler en los cines americanos. Y al final fue antes, el martes 17 de Noviembre en cines seleccionados de 26 ciudades junto a las copias de ‘Conoces a Joe Black’, ‘The Waterboy (El aguador)’ y ‘Estado de sitio’, como se pudo leer en la mítica web Ain’t It Cool News, que aún sigue dando guerra.

La noticia corrió como la pólvora por internet y centenares de fanáticos de la saga inundaron las salas y pagaron la entrada sólo para verlo en pantalla grande. El éxito fue tal, que no sólo medios como el New York Times, el Washington Post o las cadenas de televisión (como se puede ver en en ESTE fragmento del grandísimo documental ‘The People Vs George Lucas’) se hicieron eco, sino que salió por primera vez el concepto de ‘tráiler filtrado’, ya que algún espabilado grabó el tráiler en unos de los primeros pases y lo colgó en la red. Sin YouTube y sin redes sociales y lo más importante: sin móviles con cámara para hacer vídeos.

La filtración del tráiler obligó a LucasFilm a publicar el tráiler en su web oficial al día siguiente de haberlo exhibido en las salas, el 20 de Noviembre, como os comentaba antes. En formato Quicktime 3.0 y a 480 x 210 píxeles, lo necesario para descargar con el olvidado modem de 56k. ¿Y que pasó? Que batió récords e hizo que se colgara el servidor central. En esa época pre-YouTube el tráiler se descargó 10 millones de veces.

 

2001-2008 – Mundo Blogger

Años más tarde, sobre 2006, y con los blogs de cine saliendo debajo de las piedras, las grandes distribuidoras aprovecharon los ‘nuevos tiempos’ para darle más importancia a los tráilers y destacar el lanzamiento de éstos en las salas de cine, en Internet, en la televisión en prime time y hasta por satélite con unas coordenadas concretas.

Avisar del estreno de un tráiler se puso de moda, y los esfuerzos por parte de las distribuidoras no fueron en vano, ya que los tráilers llegaban a más gente y su revuelo mediático era considerable. Y además cada vez más enfocados a la cultura fan, responsables de que un tráiler cale o queda en el olvido.

El mejor ejemplo es el del estreno del tráiler de ‘Crepúsculo’, el fenómeno literario de Stephanie Meyers, en el marco del Festival de Sitges 2008. Fue la primera vez que alguien le daba una importancia nunca antes vista a un tráiler y a su estreno delante de la gente.

Antes de arrasar con todo, los incansables fans hicieron horas de cola (incluso durmiendo el día antes) para ser de los primeros en ver en movimiento a Bella y Edward. Los vídeos que os dejo abajo ya daba una buena idea del histrionismo que provocarían las siguientes películas.

2010-AHORA. La revolución en las redes sociales.

La gente veía tráilers. Muchos. Además con las incursiones en la vida diaria de las redes sociales entre adolescentes y jóvenes adultos, se creó un canal de información unidireccional que comunicaba como nunca antes el estudio de cine con el espectador, sabiendo sus gustos, sus ansias de un estreno y si un tráiler había calado o por el contrario si lo despellejaban públicamente a las pocas horas.

Pero cuando Twitter y Facebook dejaron de ser una novedad, y el marketing en las redes sociales ya era extendido, los departamentos de márketing de las distribuidoras tuvieron que encontrar nuevas fórmulas que consiguieran devolver el empaque a los tráilers de ciertas producciones en un ecosistema tan saturado como el internet actual, donde cada día se lanza un puñado de nuevos avances que se se solapan y anulan entre sí.

¿Resultado? Sin contar estrategias de marketing viral del estilo de J.J. Abrams, algunas cabezas pensantes le dieron la vuelta a la tortilla e hicieron experimentos: trailers extendidos de cuatro o cinco minutos que te cuentan media película, (‘Terminator Salvation’); tráilers interactivos como el de ‘Avatar’ (2009) que mediante Adobe Air podías editar escenas; o hasta el tráiler en versión Emoji de ‘No hay dos sin tres’ con los emoticonos en forma de subtítulos.

De todos ellos, el único que ha aguantado y que hoy en día aún se hace es el ‘tráiler del tráiler’, donde como os podéis imaginar mediante un pequeño teaser se anuncia cuando se estrenará el tráiler de una película. Al principio me parecía una chorrada, pero ahora le veo mucho sentido. El primero fue Ridley Scott con su querido ‘Prometheus’.

En los años posteriores, el tráiler no cambió demasiado. Siguió formando parte de la gran apuesta de las distribuidoras en lo que al marketing se refiere (sobretodo online), pero nunca dejó de ser el ‘centro de todo’ ya sea desde una Comic-Con o, al estilo ‘Crepúsculo’, a través de un evento fan de dimensiones épicas como los que hizo Universal con los tráilers de ’50 sombras de Grey’ (2015) y ‘Fast & Furious 7’ (2015).

Surgieron breves experimentos espórádicos más cercanos al spot que al tráiler, como el tweaser de ‘Lobezno inmortal’ (2013) que publicó el director James Mangold en su cuenta de Twitter a través de la aplicación Vine, el tráiler versión Instagram para promocionar ‘X-Men: Días del futuro pasado’ (2014) o los 20 segundos de ‘Ouija’ (2014) vía Snapchat que acojonó al público más joven; pero nunca llegaron más allá de la mera curiosidad.

Pero sin duda la ganadora fue la cachondísima campaña promocional que desarrolló el departamento de marketing de Fox para promocionar ‘Deadpool’ (2016), ya que posiblemente fuera responsable directa de gran parte del éxito que tuvo la cinta. Entre sus hitos se incluían carteles, spots, tráilers y acciones asociadas a todas las fechas posibles: Día de la Madre, Halloween, Acción de Gracias, Navidad y hasta San Valentín, que era cuando se estrenaba.

2 Comentarios

  1. Baldovi

    Hola! 🙂 como os va todo baldovineros¿?

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  2. isidoro rodriguez varo

    yo he sido desde pequeño, hasta ahora, un enamorado del cine, pero sobre todo de los trailers y de los programas de mano, que en aquella epoca, se repartian, al salir del cine. y los trailers era una cosa que me fascinaba.

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  1. La teoria del trailer dolent, peli bona | WeLoveNotes - [...] En realitat, es podria fer una història dels tràilers (i segurament se n’han escrit, com aquesta). Hi ha hagut una evolució en…

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