Cristi Puiu forma parte de una generación de cineastas rumanos fríos, ácidos, ásperos, inflexibles y poderosos en la búsqueda de una narrativa adecuada y honrada para desvelar la Rumanía que vino del frío: una sociedad rota por el régimen, herida por sus instituciones sanitarias y encarcelada por su asfixiante régimen policial. Tras ‘La muerte del señor Lazarescu’ (2005), Puiu hizo (hace ya dos años) un drama de tres horas de duración, sin apenas diálogo y protagonizado por él mismo.
La historia de ‘Aurora, un asesino muy común’ presenta en mínimos detalles lo que el personaje principal (un padre de familia introvertido, solitario, insatisfecho y furioso) hizo algunas horas antes y algunas horas después de cometer una serie de homicidios en la ciudad de Bucarest. Se estrenará el próximo 31 de Agosto, después de estar en la Sección Oficial ‘Una Cierta Mirada’ en el Festival de Cannes 2010 y de ganar el premio a la Mejor Dirección Artística en el Festival de Gijón 2010.
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